"Las arrugas"

Era un día soleado de otoño la primera vez que Bárbara se fijó en que el abuelo tenía muchísimas arrugas, no sólo en la cara, sino por todas partes.
- Abuelo, deberías darte la crema de mamá para las arrugas. 
El abuelo sonrió, y un montón de arrugas aparecieron en su cara. 
- ¿Lo ves? Tienes demasiadas arrugas. 
- Ya lo sé Bárbara. Es que soy un poco viejo... Pero no quiero perder ni una sola de mis arrugas. Debajo de cada una guardo el recuerdo de algo que aprendí. 
A Bárbara se le abrieron los ojos como si hubiera descubierto un tesoro, y así los mantuvo mientras el abuelo le enseñaba la arruga en la que guardaba el día que aprendió que era mejor perdonar que guardar rencor, o aquella otra que decía que escuchar era mejor que hablar, esa otra enorme que mostraba que es más importante dar que recibir o una muy escondida que decía que no había nada mejor que pasar el tiempo con los niños... 
Desde aquel día, a Bárbara su abuelo le parecía cada día más guapo, y con cada arruga que aparecía en su rostro, la niña acudía corriendo para ver qué nueva lección había aprendido. Hasta que en una de aquellas charlas, fue su abuelo quien descubrió una pequeña arruga en el cuello de la niña: 
- ¿Y tú? ¿Qué lección guardas ahí? 
Bárbara se quedó pensando un momento. Luego sonrió y dijo: 
- Que no importa lo viejito que llegues a ser abuelo, porque.... ¡te quiero!


Este cuento, es un pequeño homenaje a los abuelos, que siempre están dispuestos a pasar el tiempo con los niños. Además de esta historia, podemos encontrar muchas otras sobre abuelos y nietos, solamente tenéis que hacer clic en la siguiente imagen.

Buñuelos de viento de la abuela

No hay duda de que los mejores buñuelos de viento son los preparados por las abuelas. Aunque sea una receta muy rica y fácil de preparar, necesita su tiempo y una preparación especial, así que esto será la excusa perfecta para que niños y abuelos pasen un rato entretenidos y elaborando una receta de manera conjunta. Los buñuelos de viento son una de las recetas preferidas de los niños, tanto en el desayuno como en la merienda, o de postre. Así que preparados, listos y.... ¡manos a la masa! 

Ingredientes:

• 6 huevos 
• 200 gr. de harina de trigo 
• 1/2 litro de leche - 50 gr. de azúcar 
• 1 copita de Anís 
• Aceite y canela 

Preparación paso a paso:
1. En un bol, mezclar la harina, los huevos, la leche, el azúcar y anís.

2. Cuando esté todo mezclado, amasar la masa y dejarla reposar una horita. Pasado este tiempo, con la ayuda de una cuchara, moldear pequeñas bolitas y freírlas en abundante aceite a fuego suave. Cuando se doren por un lado, hay que darles la vuelta. Retirarlos y depositarlos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

3. Enseguida, pasar los buñuelos por una mezcla de azúcar y canela.

4. ¡Y aquí tenéis los buñuelos de viento!

¿Quiénes son los abuelos para los niños?

Comparto con vosotros, unas breves respuestas que he encontrado de niños de 6 a 8 años sobre la pregunta ¿Qué es un abuelo? Respuestas que responden a la sabiduría de su inocencia, a la alegría de sus vivencias, a la inventiva de sus ocurrencias y la improvisación de su espontaneidad. Leamos y riamos.

1. Los abuelos son una señora y un señor que como no tienen niños propios les gustan mucho los de los demás.

2. Un abuelo es una abuela, pero hombre.

3. Los abuelos son gente que no tienen nada que hacer, solo están ocupados cuando nosotros los vamos a visitar.

4. Los abuelos son tan viejitos que no deben correr.

5. Los abuelos son personas con las que es bien divertido salir de compras.

6. Cuando salimos a pasear con ellos, se detienen para enseñarnos cosas bonitas como hojas de diferentes formas, un ciempiés de muchos colores o la casa del lobo.

7. Ellos no nos dicen: "¡Date prisa!"

8. Por lo general, las abuelas son unas señoras gordas, pero así y todo se agachan para atarnos los zapatos. 

9. Son unos señores que para leer usan gafas, siempre las pierden y cuando me he quedado a dormir con ellos usan unas ropas muy graciosas.

10. Algunos abuelos tienen papás, esos si son bien viejitos, la mamá de mi abuelita, se puede quitar las encías y los dientes... a la misma vez.

11. Nos responden preguntas como: "Por qué Dios no está casado?" o ¿por qué los perros persiguen a los gatos?

12. No les importa contarnos el mismo cuento varias veces y les encanta leernos historias.

13. Todo el mundo debe buscarse unos abuelos, son las únicas personas grandes, que siempre están contentas de estar con nosotros.

14. Ellos saben que antes dormir podemos comer algunas chucherías, antes de acostarnos, les encanta rezar con nosotros y nos besan y consienten aunque nos hayamos portado un poco mal.

15. A un niño de 6 años le preguntaron donde vivía su abuelita y él contestó: Ella vive en el aeropuerto, cuando la necesitamos vamos allá y la buscamos y cuando queremos que regrese a su casa la volvemos a llevar a su aeropuerto.

Manualidades para regalar a los abuelos

Con ayuda de los padres o la maestra, los niños fabricarán sin problemas manualidades que podrán regalar a sus abuelos en sus cumpleaños, en Navidad, en el día de los abuelos o en cualquier otro momento en que los niños tengan ganas de regalar algo hecho por ellos mismos. Aquí podemos ver algunas ideas.
¡Manos a la obra!

Portaretrato decorado: compraremos un portaretrato de madera muy sencillo y barato. A continuación, pegaremos con cola blanca, botones de distinto color y tamaño en el marco. Elegiremos una foto de el niño/a, preferentemente con sus abuelos, y la colocaremos en el portaretrato. También se pueden pegar granos de arroz o pasta previamente coloreados con pintura de distintos colores. Para dar más solidez y brillo al marco, se puede barnizar.

Mantel individual: para realizar un mantel individual, tan solo tenemos que plastificar el dibujo que los niños hayan realizado para los abuelos.Tienen que tener el tamaño de un set de mesa. Otra idea es hacer un montaje con varios dibujos o un collage con dibujos y fotografías.

CD de recuerdos: grabaremos en un CD fotos y pequeñas grabaciones de los niños hablando de sus abuelos, cantando, contando chistes... Los niños harán un bonito dibujo para adornar la carátula del CD y ¡listo!. Les encantará conservar este recuerdo tan especial.

Caja de recuerdos: compraremos una cajita de madera u otro material resistente. La decoraremos con fotos recortadas, conchitas de la playa, semillas, hojas y flores secas del campo... Cubriremos el montaje con una capa de barniz para dar más solidez al decorado si lo necesita.Y por último, la dejaremos secar. En su interior, podremos introducir un pequeño detalle adicional: la golosina favorita de los abuelos, una cartita de los niños...

Portalápices: recogeremos del bosque palitos de un tamaño similar. Cortaremos la base para que, una vez montado, el portalápices se mantenga estable. Uniremos los palos trenzando un cordel en torno a ellos arriba y abajo. Los colocarlos bien prietos en torno a una lata o un bote de metal. El portalápices también puede quedar muy bonito si lo tapizamos con lápices de muchos colores con la punta hacia arriba.

¡Vamos a realizar un árbol genealógico!

Una de las cosas que más gustan a los niños es jugar con sus abuelos, ¡incluso más que ver la tele! Sin duda, con esta actividad lo vais a pasar muy bien. La actividad consiste en realizar un árbol genealógico, para poder enseñar a los niños un poco más acerca de quién es cada miembro de la familia y cómo entender los parentescos existentes. 

En primer lugar, en la parte de arriba, pondremos fotos de los abuelos del niño, tanto paternos como maternos, o si se quiere hacer más extenso empezaremos por los bisabuelos. 

En segundo lugar, colocaremos debajo las fotos de los padres y los hermanos de éstos, con sus respectivas parejas. 

En tercer lugar, dispondremos debajo de cada pareja, los hijos, que es donde colocariamos la foto del niño y de los primos que tenga. 

Con este pequeño árbol genealógico y explicando paso por paso la disposición de la familia, el niño comprenderá mucho mejor quién es quién. 

A continuación, os adjunto algunas plantillas que pueden servir al niño para pegar las fotografías de los familiares y realizar su árbol genealógico.

¡Abuelito cuéntame un cuento!

En esta entrada, voy a adjuntar un enlace de una página web, en la que podemos encontrar un artículo publicado en "Mediodía", la revista del centro del profesorado de Osuna-Écija. En este artículo la autora expone el resultado de una experiencia llevada al aula, que consistió en que abuelos, de alumnos, fueran al clase a contarles un cuento. Me ha parecido una experiencia preciosa y con muy buen resultado. A continuación, podréis ver unas fotos sobre dicha experiencia y el enlace que os lleva al artículo. ¡No os lo perdáis!

Para ver el artículo completo, hacer clic aquí.

¡Una preciosa canción para todos los abuelos del mundo!

¿Quién no recuerda a Heidi? Esa adorable niña, protagonista de una serie japonesa de dibujos animados de los 70, pero de éxito atemporal. Heidi, aunque es huérfana de padre y madre, su relación con su abuelo es una buena metáfora para ver lo que sucede en millones de familias en la actualidad, ya que en muchos países son los abuelos los que crían a sus nietos ante la ausencia de los padres, que a veces por motivos laborales u otros, no tienen con quién dejar a los hijos.

En el siglo XXI, en muchos países, son los abuelos los referentes casi primarios de sus nietos y los proveedores de la presencia, el amor, el consuelo y el apego que todos los niños necesitan. Y como sucede con Hessen, el abuelo de Heidi, en ocasiones el maternaje de los nietos no es un hecho elegido voluntariamente, sino que lo imponen las circunstancias, las dificultades o las elecciones personales en la vida. Aun así, todos los abuelos, dan lo mejor de sí mismos. “Abuelito dime tu” habla de todo eso. El abuelito es, a ojos de Heidi, el que lo sabe todo, quien le traduce el mundo, su apoyo en la vida, su papi, su mami, su familia, el que le hace tan feliz. Aquí os dejo un vídeo con esta entrañable canción y animo a todos los niños de hoy, a que vean esta serie que a formado parte de la infancia de muchos de nosotros.